
El caso de Esmeralda, una adolescente de 14 años acusada de homicidio doloso tras sufrir un aborto espontáneo producto de una violación, resuena profundamente en el contexto de derechos humanos y justicia social en México. Esta situación de revictimización no solo evidencia fallas institucionales en el sistema de justicia y salud, sino también una urgencia educativa que priorice la dignidad, la afectividad, y la seguridad emocional de niñas y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad. Desde la Comunidad Crítica de Escultismo Popular, A.C., el enfoque educativo se centra en la praxis sentipensante, una aproximación que permite sentir, pensar y construir una pedagogía liberadora que da voz a quienes han sido silenciados y les devuelve el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos.
La Educación Sentipensante: Una Praxis de Dignidad y Amor
Para Bell Hooks, la educación es un acto de amor que, lejos de ser una transmisión mecánica de contenidos, invita a la construcción de seres humanos plenos y dignos. Este enfoque es esencial para trabajar con niñas y adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual y, a menudo, encuentran en la sociedad y en el sistema una segunda forma de violencia. La Comunidad Crítica de Escultismo Popular, A.C. entiende que la educación debe trascender la transmisión de información, y en su lugar, fomentar un espacio seguro donde el conocimiento se construye con respeto, donde se les enseña a las niñas y adolescentes que su cuerpo es suyo y que su voz importa.
La sentipensante Ochy Curiel subraya la importancia de educar en una ética de la liberación, donde las niñas y adolescentes se reconozcan como sujetos de derecho, con poder sobre su historia y sus decisiones. En este enfoque, la educación no se reduce a los conceptos de “derecho al aborto” o “violencia de género” en abstracto, sino que se relaciona con la vida de cada persona y su autonomía, respetando sus emociones y la complejidad de su realidad.
Un Enfoque Decolonial de Justicia y Afectividad
La perspectiva decolonial propuesta por Enrique Dussel es crucial en la defensa de los derechos reproductivos y en contrarrestar la narrativa que criminaliza a las adolescentes, especialmente a las provenientes de comunidades indígenas y rurales. Según Dussel, la educación debe ser liberadora y permitir a los oprimidos revalorizar sus conocimientos y saberes en un entorno que respete su contexto cultural y social. En el caso de Esmeralda y de tantas otras niñas que enfrentan la criminalización, una educación decolonial permite cuestionar las imposiciones eurocéntricas y patriarcales que las han condenado. La perspectiva de Dussel propone una ética del cuidado y la solidaridad, donde el derecho a decidir y la dignidad se convierten en el núcleo de la educación crítica.
A través de una pedagogía de la afectividad, la Comunidad Crítica de Escultismo Popular se posiciona no solo en defensa de los derechos de las niñas y adolescentes, sino en la reivindicación de su valor como personas. La educación desde esta perspectiva es un acto de resistencia que busca devolverles el derecho a una vida segura y plena, lejos de la violencia institucional que revictimiza y juzga.
El Cuerpo como Territorio de Libertad y Resistencia
En la pedagogía sentipensante, el cuerpo es un territorio de libertad y resistencia, un concepto central para feministas decoloniales como Rita Segato, quien destaca que el control sobre el cuerpo de las mujeres y niñas es una herramienta de dominación en sociedades patriarcales. Desde esta perspectiva, el derecho a decidir sobre el propio cuerpo no es solo un derecho reproductivo, sino una reivindicación de la autonomía y la soberanía de cada persona.
La Comunidad Crítica de Escultismo Popular aboga por una educación que permita a las niñas y adolescentes comprender que su cuerpo es suyo y que tienen derecho a tomar decisiones sobre él, en un ambiente de apoyo y respeto. Esta es una educación que no busca imponer ideas ni control, sino brindarles las herramientas necesarias para que se reconozcan como personas plenas y capaces de ejercer su autonomía.
Bibliografía Recomendada para una Educación desde la Dignidad y la Afectividad
Para quienes deseen profundizar en los fundamentos de la educación sentipensante, decolonial y feminista en los derechos reproductivos, recomendamos los siguientes autores y autoras:
- Hooks, Bell. Teaching to Transgress: Education as the Practice of Freedom. Routledge, 1994. Una obra esencial para comprender la educación como un acto de libertad y amor.
- Dussel, Enrique. Ética de la Liberación en la Edad de la Globalización y de la Exclusión. Trotta, 1998. En esta obra, Dussel explora la ética desde una perspectiva de justicia y liberación, fundamental para entender el enfoque decolonial en educación.
- Curiel, Ochy. La Nación Heterosexual: Análisis del Discurso Jurídico y el Régimen Heterosexual desde una Perspectiva decolonial. En: Akal, 2007. Curiel examina el papel del derecho y la justicia en el reconocimiento de la autonomía corporal.
- Segato, Rita. La guerra contra las mujeres. Traficantes de Sueños, 2016. Segato aborda la violencia de género y la importancia de la autonomía corporal como resistencia al patriarcado.
Por una Educación en Dignidad y Justicia
Es imperativo reconocer que cada niña y adolescente merece una educación que no solo informe, sino que sane y fortalezca. Desde la Comunidad Crítica de Escultismo Popular, invitamos a reflexionar sobre el papel que todos tenemos en la creación de un entorno donde se respeten los derechos de las niñas y adolescentes a una vida libre de violencia y con pleno derecho sobre sus cuerpos.
Este llamado a la educación sentipensante es un llamado a la justicia y la equidad, a construir una sociedad donde la afectividad, el respeto y la dignidad sean los pilares que guíen el desarrollo humano de todas las personas, especialmente de aquellas más vulnerables.